martes, 31 de marzo de 2009

De bodegas I/IV (02/julio/08)

Sigamos con más viajes retrasados ^^.

El verano pasado, en Julio, para celebrar que me quedé en paro (y evitar la depresión), nos fuimos una semana de bodegas a La Rioja.

Que gran semana.

Camping de Berceo, visita con cata a 4 bodegas: Ysios, Marques de Riscal, Lopez de Heredia y Dinastía Vivanco, y visita arquitectónica (exteriores) a Darien y a Antión.

Salimos de casa (Biescas) dirección a la Rioja por la carretera de Yesa... bueno, me dormí ^^.
Paramos en Sta María de Eunate, en Navarra. Es una iglesia románica, de planta octogonal con el claustro rodeándola. Está situada entre Eneriz y Obanos, en la NA-601.
Es una pequeña construcción que, como todas las románicas, sobrecoge. Parada obligatoria del Camino de Santigo, había bastantes peregrinos descansando en los arcos del claustro, escribiendo en sus cuadernos de viaje, o simplemente descansando.
No la había visitado nunca y no me decepcionó. El románico no me decepciona nunca.



Continuamos viaje y paramos en Puente la Reina, a pocos kilómetros. Aparcamos en el Paseo de los Fueros, y accedimos a la ciudad cruzando el puente, por el Camino de Santiago. No se porqué me empeño en seguir El Camino, me da envidia, mucha, ver a los peregrinos. Algún día lo haré, seguro, aunque tenga que esperar a la jubilación ^^.


Es un lugar precioso, bueno, la verdad es que yo, disfruto viendo pueblos y ciudades, sus casas, sus calles. Puente la Reina es un buen lugar para pasear, la calle Mayor toda empedrada, los edificios restaurados, está muy bien cuidado.


Decidimos parar a comer en Logroño, pero sin entrar, para no perder tiempo, así que localizamos el centro comercial que hay en las afueras (un amigo viajante nos recomendó un local) y la verdad, comimos bien. Recuerdo el yogurt natural (natural de verdad), de echo, no lo pedí yo, lo hizo Jesús, y, después de probarlo, se lo cambié por mi postre, que ni siquiera recuerdo :P.

Llegando a Logroño, antes de comer, vimos en la lista de bodegas que llevábamos, que estaban las Bodegas Darien, son del Arquitecto J. Mariano Pascual (como muchas). Están rodeadas de viñas, el edificio principal, en un alto, completamente blanco, me impresionó, me gustó su arquitectura, mucho.
Nos acercamos con el coche, y, cámara en mano, bajé a tirarle fotos, muchas fotos. Fué una semana en la que disfruté mucho de la arquitectura, de la de todos los tiempos ^^.

Seguimos viaje, llegamos a Berceo, ahora mismo no recuerdo si fuimos primero al camping o San Millán de la Cogolla (a 2 minutos de Berceo), pero bueno, el orden, la verdad no importa, amenazaba lluvia, pero no llovió.

En San Millán de la Cogolla visitamos los dos monasterios El Suso (el de arriba, que es lo que significa en castellano antigüo) y El Yuso (el de abajo).

A El Suso se puede subir andando (un camino acondicionado) o en unos microbuses que cojes al lado del Yuso, no dejan subir en coche particular (menos mal). Como era tarde, y conocemos nuestra capacidad de perdernos (metafóricamente hablando), decidimos subir en bus, con una cuadrilla de la tercera edad de lo más voceras e incómodos, rodeados de 15 añeros no hubiésemos tenido más jaleo, seguro.

Me pareció precioso, visitas el cenobio visigódo, y se ven perfectamente los cambios arquitectónicos, al mozárave y al románico. Las vistas, desde el claustro, al monasterio del Yuso, no tienen desperdicio, así, además, te haces idea de sus dimensiones, y del lugar en el que están emplazados, es realmente precioso. Por eso mismo recomiendo visitarlo antes que el Yuso.

El monasterio del Yuso me impresionó menos, a ver, no le quito mérito en absoluto, pero al ser un monasterio "moderno", me sorprenden menos. El claustro me gustó mucho, pero es que los claustros siempre me han atraido, esos jardines que te aislan del mundo... pero lo más impresionante es la sacristia, sobre todo cuando ves esas pinturas y te dicen "no se han restaurado nunca", el suelo es de alabastro, por ello, según explicaron, se conservan tan bien las pinturas. Me vino a la mente La Cartuja de Las Fuentes, en Los Monegros (otro lugar imprescindible y alucinante, eso si, llevad linterna ^^).



Una curiosidad del monasterio son las escaleras, los cantorales estaban guardados en el el piso superior, como sabeis, eran unos libro enormes y muy muy pesados, subir y bajar con ellos debía de ser un castigo. Lógicamente, los monjes, se asían al barando de la escalera, así que, las escaleras, tras años y años de subir y bajar con peso, han acusado el desgaste, indicando perfectamente las zonas más usadas.


El día acabo con cena en el camping, sobremesa en la entrada de la tienda y a dormir.

Fotos de la semana bodeguera.

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