Bueno, sigo con las bodegas (ya hace una año de eso, y más mini viajes acumulados, me falta seriedad para tener un blog).
El segundo día fue el que empezamos a bodeguear de verdad. Primero fuimos a Nájera, pues no teníamos hora en Ysios hasta la 1 del medio día, así que aprovechamos y vimos el Monasterio de Santa María la Real, un lugar realmente precioso... no se que tienen estos monasterios, pero son realmente relajantes, los claustros son una maravilla, haga el tiempo que haga. Lo que más nos llamó la atención fue el Panteón Real y La Cueva. Merece la pena una visita.
Tras ver el monasterio, salimos al río, en el alto se veía el Alcázar, el Castillo y las cuevas... no pudimos visitarlos, pero era una zona realmente sugerente, se intuía como un camino por el cortado del monte... una cosa apuntada por si volvemos, visitar el alcázar.
Coche y camino de de las bodegas Ysios, en Laguardia. El edificio es de Santiago Calatraba (me encanta). El día estaba precioso, el cielo azul, las viñas resplandecientes, y en el principio de cada línea, un rosal en flor (las rosas son delicadas y enseguida acusan las plagas, por lo que les sirve de "chivato"). El enclave es precioso. La bodega se ve ya de lejos, reluce entre las viñas, apartada del pueblo, ondulante, con la Sierra de Cantabria de fondo... si os gusta la arquitectura y el vino, es un bonito viaje ^^.
Dio comienzo la visita, nos enseñaron la bodega, los depósitos, la zona de recepción y despalillado.... todo, la verdad. Es una bodega moderna, que tiene todo el proceso automatizado y saca poco vino, un tipo muy concreto dentro del grupo Domeq. Ejemplo claro de bodega pequeña especializada.
La bodega es preciosa, la cubierta ondulante de vigas de madera (como la de el estudio de Gaudí en la Sagrada Familia, pero de madera en vez de ladrillo, la misma idea, curvas con líneas rectas) es alucinante.
Llegamos a la sección de cata, una sala en el centro del edificio, en la primera planta, con una cristalera con vistas a las viñas y a Laguardia, para quedarse allí. Preciosa!!!! Impresionante!! El vino me gustó, no soy muy de tintos, y no me apetecen nunca un reserva, pero este me resultó muy agradable.. compramos.
Bueno, tras dos o tres copas de vino a palo seco (cabeza plof) volvimos a Laguardia a comer. Comimos bien, en un restaurante cerca de la Iglesia de Santa María de los Reyes, hacía mucho calor y había moscas por todas partes... nos informaron que la semana siguiente fumigaban el pueblo... al tener tanta viña hay mucho insecto y todos los años fumigan el pueblo.
Dimos un paseo, pasear a esas horas debería de estar prohibido, ¡que calor!, salimos a la parte exterior del pueblo y, desde un placita con mirador que tienen, localizamos nuestro siguiente objetivo Elciego. La bodega de Marques de Riscal brillaba en medio de todo... Frank Gehry... no podía ser de otra manera ^^. Fotos. Siguiendo el paseo, vimos también Ysios desde el pueblo. Laguardia, al estar en un alto, tiene unas vistas preciosas de toda la zona de viñedos. Continuamos el paseo y en la oficina de turismo nos comentaron que tienen un reloj en el que, a las 5 de la tarde, salen los danzarines, así que nos fuimos para allá. Llegamos antes pues en información nos dijeron que el reloj va 5 minutos adelantado ^^. Fue muy curioso.
Seguimos callejeando, es bonito callejear por estos pueblos. Me gustó Laguardia.
Coche de nuevo y a Elciego. Bodegas Marques de Riscal. Frank Gehry. Paramos unos minutos en el pueblo para buscar un lugar elevado desde el que poder hacer fotos, cogimos un camino y oh!! sorpresa, Bodegas Antión en construcción. La han echo los mismos arquitectos que Darien... pensé cuando la vi... al llegar a casa, comprobé en internet, y... así era. Estilo inconfundible.
Tras este descubrimiento casual nos dirigimos a nuestro objetivo. Impresiona desde el minuto 0. Me gustó muchísimo la mezcla de lo más antiguo (en ladrillo viejo, precioso) a lo más moderno. Al hotel (el edificio de Gehry) no pudimos acercarnos, había una presentación de algo y estaba reservado, pero hubo banda sonora en el ambiente... jazz. La visita fue diferente, otra bodega, otro concepto de elaboración... es curioso como son todas distintas pero iguales. Tienen una zona modernísima, toda en inoxidable, enorme, todo totalmente informatizado, pero luego pasas a visitar la bodega antigua, que también está en uso, excavada en el suelo, la original... es precioso ver esos pasillos llenos de cubas, es muy muy curioso. Y la catedral, allí guardan vinos de todas las añadas desde 1862... podéis imaginar lo que allí hay... además de telarañas y moho ^^. Impresiona, la verdad. No se sabe muy bien si es una cárcel de leyenda o una bodega.
Como curiosidad, nos contaron que, cuando se pusieron en contacto con Gehry para el proyecto, sus asesores (los del arquitecto) le recomendaron que no lo hiciese, un pueblo pequeño, una bodega, no tenía empaque... le propusieron una visita y le sacaron una botella de vino del año que nació... probó el vino y decidió hacer ese impresionante edificio.
Vimos también la zona de embotellado y etiquetado. Esto fue algo nuevo. La zona en la que guardan las botellas para que reposen, las jaulas, están justo debajo del edificio nuevo. Un sótano con una altura increíble.
Cata en la cafetería (una nave de ladrillo cuya decoración me gustó mucho, con tablas de cajas de vino y radiadores runtal ^^) El vino también me gustó, sobre todo el blanco...mmmmm... también compramos, claro.
Es una de las ventajas del camping... te puedes gastar la diferencia en buen comer y buen beber.
Una vez acabó la visita y la cata, nos pusimos a buscar por los alrededores caminos para hacer fotos del conjunto, para variar, el león acabó siendo todo terreno ^^, pero conseguí buenas fotos.
De vuelta al camping, cenamos en la tienda y a dormir.... al día siguiente más bodegas... y una visita muy especial.
Fotos de La Rioja.
Tras ver el monasterio, salimos al río, en el alto se veía el Alcázar, el Castillo y las cuevas... no pudimos visitarlos, pero era una zona realmente sugerente, se intuía como un camino por el cortado del monte... una cosa apuntada por si volvemos, visitar el alcázar.
Coche y camino de de las bodegas Ysios, en Laguardia. El edificio es de Santiago Calatraba (me encanta). El día estaba precioso, el cielo azul, las viñas resplandecientes, y en el principio de cada línea, un rosal en flor (las rosas son delicadas y enseguida acusan las plagas, por lo que les sirve de "chivato"). El enclave es precioso. La bodega se ve ya de lejos, reluce entre las viñas, apartada del pueblo, ondulante, con la Sierra de Cantabria de fondo... si os gusta la arquitectura y el vino, es un bonito viaje ^^.
Dio comienzo la visita, nos enseñaron la bodega, los depósitos, la zona de recepción y despalillado.... todo, la verdad. Es una bodega moderna, que tiene todo el proceso automatizado y saca poco vino, un tipo muy concreto dentro del grupo Domeq. Ejemplo claro de bodega pequeña especializada.
La bodega es preciosa, la cubierta ondulante de vigas de madera (como la de el estudio de Gaudí en la Sagrada Familia, pero de madera en vez de ladrillo, la misma idea, curvas con líneas rectas) es alucinante.
Llegamos a la sección de cata, una sala en el centro del edificio, en la primera planta, con una cristalera con vistas a las viñas y a Laguardia, para quedarse allí. Preciosa!!!! Impresionante!! El vino me gustó, no soy muy de tintos, y no me apetecen nunca un reserva, pero este me resultó muy agradable.. compramos.
Bueno, tras dos o tres copas de vino a palo seco (cabeza plof) volvimos a Laguardia a comer. Comimos bien, en un restaurante cerca de la Iglesia de Santa María de los Reyes, hacía mucho calor y había moscas por todas partes... nos informaron que la semana siguiente fumigaban el pueblo... al tener tanta viña hay mucho insecto y todos los años fumigan el pueblo.
Dimos un paseo, pasear a esas horas debería de estar prohibido, ¡que calor!, salimos a la parte exterior del pueblo y, desde un placita con mirador que tienen, localizamos nuestro siguiente objetivo Elciego. La bodega de Marques de Riscal brillaba en medio de todo... Frank Gehry... no podía ser de otra manera ^^. Fotos. Siguiendo el paseo, vimos también Ysios desde el pueblo. Laguardia, al estar en un alto, tiene unas vistas preciosas de toda la zona de viñedos. Continuamos el paseo y en la oficina de turismo nos comentaron que tienen un reloj en el que, a las 5 de la tarde, salen los danzarines, así que nos fuimos para allá. Llegamos antes pues en información nos dijeron que el reloj va 5 minutos adelantado ^^. Fue muy curioso.
Seguimos callejeando, es bonito callejear por estos pueblos. Me gustó Laguardia.
Coche de nuevo y a Elciego. Bodegas Marques de Riscal. Frank Gehry. Paramos unos minutos en el pueblo para buscar un lugar elevado desde el que poder hacer fotos, cogimos un camino y oh!! sorpresa, Bodegas Antión en construcción. La han echo los mismos arquitectos que Darien... pensé cuando la vi... al llegar a casa, comprobé en internet, y... así era. Estilo inconfundible.
Tras este descubrimiento casual nos dirigimos a nuestro objetivo. Impresiona desde el minuto 0. Me gustó muchísimo la mezcla de lo más antiguo (en ladrillo viejo, precioso) a lo más moderno. Al hotel (el edificio de Gehry) no pudimos acercarnos, había una presentación de algo y estaba reservado, pero hubo banda sonora en el ambiente... jazz. La visita fue diferente, otra bodega, otro concepto de elaboración... es curioso como son todas distintas pero iguales. Tienen una zona modernísima, toda en inoxidable, enorme, todo totalmente informatizado, pero luego pasas a visitar la bodega antigua, que también está en uso, excavada en el suelo, la original... es precioso ver esos pasillos llenos de cubas, es muy muy curioso. Y la catedral, allí guardan vinos de todas las añadas desde 1862... podéis imaginar lo que allí hay... además de telarañas y moho ^^. Impresiona, la verdad. No se sabe muy bien si es una cárcel de leyenda o una bodega.
Como curiosidad, nos contaron que, cuando se pusieron en contacto con Gehry para el proyecto, sus asesores (los del arquitecto) le recomendaron que no lo hiciese, un pueblo pequeño, una bodega, no tenía empaque... le propusieron una visita y le sacaron una botella de vino del año que nació... probó el vino y decidió hacer ese impresionante edificio.
Vimos también la zona de embotellado y etiquetado. Esto fue algo nuevo. La zona en la que guardan las botellas para que reposen, las jaulas, están justo debajo del edificio nuevo. Un sótano con una altura increíble.
Cata en la cafetería (una nave de ladrillo cuya decoración me gustó mucho, con tablas de cajas de vino y radiadores runtal ^^) El vino también me gustó, sobre todo el blanco...mmmmm... también compramos, claro.
Es una de las ventajas del camping... te puedes gastar la diferencia en buen comer y buen beber.
Una vez acabó la visita y la cata, nos pusimos a buscar por los alrededores caminos para hacer fotos del conjunto, para variar, el león acabó siendo todo terreno ^^, pero conseguí buenas fotos.
De vuelta al camping, cenamos en la tienda y a dormir.... al día siguiente más bodegas... y una visita muy especial.
Fotos de La Rioja.
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