Sigamos con más viajes retrasados ^^.
El verano pasado, en Julio, para celebrar que me quedé en paro (y evitar la depresión), nos fuimos una semana de bodegas a La Rioja.
Que gran semana.
Camping de Berceo, visita con cata a 4 bodegas: Ysios, Marques de Riscal, Lopez de Heredia y Dinastía Vivanco, y visita arquitectónica (exteriores) a Darien y a Antión.
Salimos de casa (Biescas) dirección a la Rioja por la carretera de Yesa... bueno, me dormí ^^.
Paramos en Sta María de Eunate, en Navarra. Es una iglesia románica, de planta octogonal con el claustro rodeándola. Está situada entre Eneriz y Obanos, en la NA-601.
Es una pequeña construcción que, como todas las románicas, sobrecoge. Parada obligatoria del Camino de Santigo, había bastantes peregrinos descansando en los arcos del claustro, escribiendo en sus cuadernos de viaje, o simplemente descansando.
No la había visitado nunca y no me decepcionó. El románico no me decepciona nunca.
Continuamos viaje y paramos en Puente la Reina, a pocos kilómetros. Aparcamos en el Paseo de los Fueros, y accedimos a la ciudad cruzando el puente, por el Camino de Santiago. No se porqué me empeño en seguir El Camino, me da envidia, mucha, ver a los peregrinos. Algún día lo haré, seguro, aunque tenga que esperar a la jubilación ^^.
Es un lugar precioso, bueno, la verdad es que yo, disfruto viendo pueblos y ciudades, sus casas, sus calles. Puente la Reina es un buen lugar para pasear, la calle Mayor toda empedrada, los edificios restaurados, está muy bien cuidado.
Decidimos parar a comer en Logroño, pero sin entrar, para no perder tiempo, así que localizamos el centro comercial que hay en las afueras (un amigo viajante nos recomendó un local) y la verdad, comimos bien. Recuerdo el yogurt natural (natural de verdad), de echo, no lo pedí yo, lo hizo Jesús, y, después de probarlo, se lo cambié por mi postre, que ni siquiera recuerdo :P.
Llegando a Logroño, antes de comer, vimos en la lista de bodegas que llevábamos, que estaban las Bodegas Darien, son del Arquitecto J. Mariano Pascual (como muchas). Están rodeadas de viñas, el edificio principal, en un alto, completamente blanco, me impresionó, me gustó su arquitectura, mucho.
Nos acercamos con el coche, y, cámara en mano, bajé a tirarle fotos, muchas fotos. Fué una semana en la que disfruté mucho de la arquitectura, de la de todos los tiempos ^^.
Seguimos viaje, llegamos a Berceo, ahora mismo no recuerdo si fuimos primero al camping o San Millán de la Cogolla (a 2 minutos de Berceo), pero bueno, el orden, la verdad no importa, amenazaba lluvia, pero no llovió.
En San Millán de la Cogolla visitamos los dos monasterios El Suso (el de arriba, que es lo que significa en castellano antigüo) y El Yuso (el de abajo).
A El Suso se puede subir andando (un camino acondicionado) o en unos microbuses que cojes al lado del Yuso, no dejan subir en coche particular (menos mal). Como era tarde, y conocemos nuestra capacidad de perdernos (metafóricamente hablando), decidimos subir en bus, con una cuadrilla de la tercera edad de lo más voceras e incómodos, rodeados de 15 añeros no hubiésemos tenido más jaleo, seguro.
Me pareció precioso, visitas el cenobio visigódo, y se ven perfectamente los cambios arquitectónicos, al mozárave y al románico. Las vistas, desde el claustro, al monasterio del Yuso, no tienen desperdicio, así, además, te haces idea de sus dimensiones, y del lugar en el que están emplazados, es realmente precioso. Por eso mismo recomiendo visitarlo antes que el Yuso.
El monasterio del Yuso me impresionó menos, a ver, no le quito mérito en absoluto, pero al ser un monasterio "moderno", me sorprenden menos. El claustro me gustó mucho, pero es que los claustros siempre me han atraido, esos jardines que te aislan del mundo... pero lo más impresionante es la sacristia, sobre todo cuando ves esas pinturas y te dicen "no se han restaurado nunca", el suelo es de alabastro, por ello, según explicaron, se conservan tan bien las pinturas. Me vino a la mente La Cartuja de Las Fuentes, en Los Monegros (otro lugar imprescindible y alucinante, eso si, llevad linterna ^^).
Una curiosidad del monasterio son las escaleras, los cantorales estaban guardados en el el piso superior, como sabeis, eran unos libro enormes y muy muy pesados, subir y bajar con ellos debía de ser un castigo. Lógicamente, los monjes, se asían al barando de la escalera, así que, las escaleras, tras años y años de subir y bajar con peso, han acusado el desgaste, indicando perfectamente las zonas más usadas.
El día acabo con cena en el camping, sobremesa en la entrada de la tienda y a dormir.
Fotos de la semana bodeguera.
martes, 31 de marzo de 2009
lunes, 9 de marzo de 2009
Japón. 30/Abril/2008. Último día.
Buenas noches.
A los pocos seguidores, decirles que hoy pongo la última entrada del viaje a Japón. El regreso.
Me ha costado escribirla, la verdad, me daba pereza, el último día de este maravilloso viaje, preferiría no recordarlo, pero bueno, todo acaba. También lo malo.
Eso si, espero poder volver a contar cosas nuevas de Japón algún día.
A partir de ahora, el blog irá hablando de las excursiones, viajecillos y salidas que vaya haciendo.
De momento voy ha introducirlo, porque toda la información (billetes y tal), la tengo en mi casa, así que no puedo poner horarios, pero bueno, ya editaré.
Comenzamos.
Suena el despertador, día triste. Con las maletas ya preparadas, lavado de cara y a desayunar (creo, no recuerdo bien)
No pude hacerme con el desayuno japonés, lo siento. Ya conocéis mis problemas con el arroz, pues bueno, la falta de previsión hizo que perdiese uno de los placeres de viajar, comer.
Cargamos como mulas -maleta, mochila llena, bolso lleno lleno- y tomamos camino de la estación de Ueno. No quería coger taxi, andando, como cuando llegamos, para decirle adiós a esta gran ciudad.
Fue un trayecto corto y tristecillo, siempre da pena terminar estos viajes, sobre todo, cuando salen bien, tan bien como nos salió a nosotros.
Tomamos el tren hacía Narita, en una foto veo que el reloj de Jesús marca las 8:03 a.m., yo iba absorbiendo todo lo que veía, no quería perderme nada. También hice fotos de gente dormida, conseguí no dormirme.
También aquí hay anécdota... nos pasamos de largo... jajaja... si, chicos, en el billete estaba bien clarito, Terminal 2, pues no, nosotros a la Terminal 1, vuelos nacionales, como campeones, no se que nos pasó, la verdad. El caso es que, gracias a que los trenes en japón son super puntuales y muy abundantes.. ningún problema... tren de vuelta a la Terminal 2.
Encontramos la zona de facturación sin problemas, yo, pensaba que sería tipo París, o Barcelona, que hay un montón de tiendas dentro de las terminales. Pensaba comprar aún algún detalle más, pero no fue posible, sólo había un par de tienditas pequeñas... nada interesante. Compré una lata de te verde (hace falta ser cutre, 15 días en Japón, y compro te el último día en el duty-free, no me gustó eso, lo anoto para la próxima).
Tras un ratito de espera con unos franceses voceras, al avión.
Como siempre, me quedé dormida casi de forma instantánea. No puedo evitarlo.
Problemas, de repente me despierto con un mareo que me muero, necesito tumbarme, no veo nada, sudo frío.... en medio del flipe recuerdo que estoy al lado de la zona de descanso, y que allí me puedo tirar en el suelo, me levanto como puedo para llegar allí, pero medio veo que hay una azafata, cuando intento volver a mi asiento, caigo redonda, menos mal que Jesús, y la azafata se han dado cuenta y me sujetan. ¡¡Una tremenda bajada de tensión!! Necesitaba tumbarme, pero no había sitio... el chico del asiento de la ventana, que ve la situación, le pide a la azafata, que como él está sólo, que lo cambie de sitio a él, y así yo puedo tumbarme en los dos asientos. Gracias!!!
Me tumbé, y poco a poco, mi cerebro fue encontrando su lugar. Pasé mal rato, pero bueno, prueba superada y a dormir de nuevo.
Creo que fue la cerveza que tomé con la comida... seguro. Ya se que no puedo beber cuando voy en avión.
Dormí hasta París. Sólo me desperté para comer ^^.
Llegamos a París, bajamos del avión y hay un cartel... los que vayan a tal vuelo destino BCN, siganme (un azafato con un cartelito), todos detrás de él, cambio de terminal.
Llegamos al arco y revisión de bolsos, me hacen abrirlo y aparece la caja con te.... la tía seca del aeropuerto ¿ça... qu'est c'est?... y yo, intentando chapurrear inglés... "green tee, dutee free narita", la tía que no me dejaba pasar el te!!!! bueno, tras varios intentos lo conseguí, le enseñé el ticket y bueno, pasó.
No hago mas que cruzar el arco y pienso "Soy idiota, hablo francés y no he sido capaz de decirle nada, tenía el chip "no entiendo nada, no puedo comunicarme" y no fui capaz de recordar que hablaba francés, aunque, claro está, ella me hablaba y la entendía perfectamente!!!" Cosas de un largo viaje ^^.
En teoría nuestro vuelo salía en 45 minutos... en teoría, pues salió una hora más tarde, menos mal que no teníamos el billete de vuelta en el ave hasta el día siguiente, bienvenidos a Europa.
Al final embarcamos... la "comida" mejor no hablar. En esos momentos aprecias más Japón. Me dormí de nuevo.
Llegamos a Barcelona. Las maletas salieron bien. Cogimos el bus a Plaza de Cataluña y al llegar allí, otro golpe a la española... la cantidad de mierda que hay en las calles.
En el bus subieron una pareja jovencita de japoneses, muy acaramelados, sólo podía imaginar la pésima impresión que se iban a llevar de mi país. Si yo sólo llevaba 15 días fuera y ya era consciente de eso... no puedo ni imaginar ellos.
Dormimos en casa de María, al día siguiente, Ave a Zaragoza.
Fin del sueño.
Fotos del último día.
A los pocos seguidores, decirles que hoy pongo la última entrada del viaje a Japón. El regreso.
Me ha costado escribirla, la verdad, me daba pereza, el último día de este maravilloso viaje, preferiría no recordarlo, pero bueno, todo acaba. También lo malo.
Eso si, espero poder volver a contar cosas nuevas de Japón algún día.
A partir de ahora, el blog irá hablando de las excursiones, viajecillos y salidas que vaya haciendo.
De momento voy ha introducirlo, porque toda la información (billetes y tal), la tengo en mi casa, así que no puedo poner horarios, pero bueno, ya editaré.
Comenzamos.
Suena el despertador, día triste. Con las maletas ya preparadas, lavado de cara y a desayunar (creo, no recuerdo bien)
No pude hacerme con el desayuno japonés, lo siento. Ya conocéis mis problemas con el arroz, pues bueno, la falta de previsión hizo que perdiese uno de los placeres de viajar, comer.
Cargamos como mulas -maleta, mochila llena, bolso lleno lleno- y tomamos camino de la estación de Ueno. No quería coger taxi, andando, como cuando llegamos, para decirle adiós a esta gran ciudad.
Fue un trayecto corto y tristecillo, siempre da pena terminar estos viajes, sobre todo, cuando salen bien, tan bien como nos salió a nosotros.
Tomamos el tren hacía Narita, en una foto veo que el reloj de Jesús marca las 8:03 a.m., yo iba absorbiendo todo lo que veía, no quería perderme nada. También hice fotos de gente dormida, conseguí no dormirme.
También aquí hay anécdota... nos pasamos de largo... jajaja... si, chicos, en el billete estaba bien clarito, Terminal 2, pues no, nosotros a la Terminal 1, vuelos nacionales, como campeones, no se que nos pasó, la verdad. El caso es que, gracias a que los trenes en japón son super puntuales y muy abundantes.. ningún problema... tren de vuelta a la Terminal 2.
Encontramos la zona de facturación sin problemas, yo, pensaba que sería tipo París, o Barcelona, que hay un montón de tiendas dentro de las terminales. Pensaba comprar aún algún detalle más, pero no fue posible, sólo había un par de tienditas pequeñas... nada interesante. Compré una lata de te verde (hace falta ser cutre, 15 días en Japón, y compro te el último día en el duty-free, no me gustó eso, lo anoto para la próxima).
Tras un ratito de espera con unos franceses voceras, al avión.
Como siempre, me quedé dormida casi de forma instantánea. No puedo evitarlo.
Problemas, de repente me despierto con un mareo que me muero, necesito tumbarme, no veo nada, sudo frío.... en medio del flipe recuerdo que estoy al lado de la zona de descanso, y que allí me puedo tirar en el suelo, me levanto como puedo para llegar allí, pero medio veo que hay una azafata, cuando intento volver a mi asiento, caigo redonda, menos mal que Jesús, y la azafata se han dado cuenta y me sujetan. ¡¡Una tremenda bajada de tensión!! Necesitaba tumbarme, pero no había sitio... el chico del asiento de la ventana, que ve la situación, le pide a la azafata, que como él está sólo, que lo cambie de sitio a él, y así yo puedo tumbarme en los dos asientos. Gracias!!!
Me tumbé, y poco a poco, mi cerebro fue encontrando su lugar. Pasé mal rato, pero bueno, prueba superada y a dormir de nuevo.
Creo que fue la cerveza que tomé con la comida... seguro. Ya se que no puedo beber cuando voy en avión.
Dormí hasta París. Sólo me desperté para comer ^^.
Llegamos a París, bajamos del avión y hay un cartel... los que vayan a tal vuelo destino BCN, siganme (un azafato con un cartelito), todos detrás de él, cambio de terminal.
Llegamos al arco y revisión de bolsos, me hacen abrirlo y aparece la caja con te.... la tía seca del aeropuerto ¿ça... qu'est c'est?... y yo, intentando chapurrear inglés... "green tee, dutee free narita", la tía que no me dejaba pasar el te!!!! bueno, tras varios intentos lo conseguí, le enseñé el ticket y bueno, pasó.
No hago mas que cruzar el arco y pienso "Soy idiota, hablo francés y no he sido capaz de decirle nada, tenía el chip "no entiendo nada, no puedo comunicarme" y no fui capaz de recordar que hablaba francés, aunque, claro está, ella me hablaba y la entendía perfectamente!!!" Cosas de un largo viaje ^^.
En teoría nuestro vuelo salía en 45 minutos... en teoría, pues salió una hora más tarde, menos mal que no teníamos el billete de vuelta en el ave hasta el día siguiente, bienvenidos a Europa.
Al final embarcamos... la "comida" mejor no hablar. En esos momentos aprecias más Japón. Me dormí de nuevo.
Llegamos a Barcelona. Las maletas salieron bien. Cogimos el bus a Plaza de Cataluña y al llegar allí, otro golpe a la española... la cantidad de mierda que hay en las calles.
En el bus subieron una pareja jovencita de japoneses, muy acaramelados, sólo podía imaginar la pésima impresión que se iban a llevar de mi país. Si yo sólo llevaba 15 días fuera y ya era consciente de eso... no puedo ni imaginar ellos.
Dormimos en casa de María, al día siguiente, Ave a Zaragoza.
Fin del sueño.
Fotos del último día.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)