lunes, 25 de agosto de 2008

Japón. 21/Abril/2008. Lunes

A Kyoto.

Por la mañana, maleta a cuestas, y a coger el Nozomi a Kyoto. De nuevo la JR Naranja, Ochanomizu, esta vez a cargo del JRPass, era el primer día que lo usábamos, y la verdad, mereció la pena.

Fuimos a reservar billete, no hubo ningún problema, y al tren. No puedo contar mucho del viaje, fuí dormida todo el camino, bueno, salvo los dos minutos que me despertó Jesús para decirme "Mira, el monte Fuji", lo vi, un par de fotos, a dormir de nuevo (ese gen, lo tengo japonés, fijo). Unas señoras, muy amables, y partiéndose de risa, me dejaron acercarme a su asiento para hacer las fotos.




Ya en Kyoto, lo primero que ves es la inmensa estación. Un enorme espacio de cristal con tiendas, un macro centro comercial, un hotel... a lo grande. Comimos allí, en la planta 8, creo recordar, que era de restaurantes (todos de lo mismo). Menú, un pedazo de bol con tallarines caldosos, huevo... vamos, una de esas comidas que no soy capaz de terminar de semejante cantidad que ponen.

El hotel estaba muy cerca (5 min), la entrada era a las 6, pero si llegas antes, puedes dejar las maletas, así que no fuimos para allá, nos dieron un plano y a pasear por Kyoto.

Primera parada, Shosei-en, un jardin precioso precioso, estuvimos paseando un rato, bastante la verdad, se estaba muy bien. Estanques, puentes de varios tipos, casas de te en praderas, en colinas, grandes, pequeñas. Un sitio precioso para pasear y sentarse a no hacer nada.


De ahí pasamos al Higashi Hongan-ji, un templo gigantesco, todo de madera. La pena es que estaba en obras, lo bueno es que aprendí cosas curiosas de la construcción de los templos, ya que había paneles explicativos de los procesos de restauración, y fotos. En inglés, pero bueno, para enterarme por encima me da. Tenían contadas, clasificadas y pintaditas de colores, según su estado de conservación, todas las tejas del templo, miles, miles de tejas. Menudo trabajo. Por otra parte, no me importaría formar parte de un grupo de restauración de un templo de esos.

Estábamos reventaditos, hacía calor (después de lo que nos había llovido en Tokyo, por fin sol), así que como ya era hora, nos fuimos al ryokan. Ryokan Shimizu, para ser más exactos (http://www.kyoto-shimizu.net/). Ya nos habían puesto las maletas en las habitaciones, enormes, por cierto.

Al entrar al baño, oh!!, este hotel si lo tenía mecanizado!! jjajajaja!! me refiero, la famosa tapa llena de botones. Estaba demasiado cansada para investigar, primero la siesta. Jesús se encerró en el baño, y, mentras me dormía solo oía ruidillos, pensé "seguro que ya ha tocado todos los botones, ya le preguntaré" me pareció oir que llamaban a la puerta, pero no lo tengo claro.

Dos horas después, habíamos quedado a dar una vuelta con Mary y con Jose, y me confirmaron que si, que habían llamado a la puerta, eran del ryokan, para darnos la bienvenida con un te verde... ¡que rabia!!! con lo bueno que está!!!!

Cogimos el plano y nos pusimos a caminar. Nos dirigimos hacia Teramachi, unas calles cubiertas, a modo de centro comercial, pasamos por el mercado (cerrado ya a esas horas) y paseamos por allí.

Encontramos, en mitad de la zona de Teramachi, un templito que me gustó un montón.


Nos cruzamos toda la zona de Teramachi, y luego, hasta Pontocho. Los que hayais estado en Kyoto, podeis imaginar, el ryokan a 5 min. de la estación, y de paseo hasta Pontocho. Los pies me mataban.

Teníamos hambre, pero todos huíamos del arroz (sobre todo yo); así que nos metimos en un cutre burguer a cenar. Había necesidad de carne, la verdad.

Kyoto engaña. Las distancias son enormes!!!! Nos pegamos una andada de muerte. Yo, además, por mis problemas con el arroz (no hace falta que os cuente mucho mas, podeis imaginarlo), estaba de una mala leche que para qué (si, cuando llevas muchos días sin ir al baño, exactamente 6, te entra mala leche, seguro que vosotras me entedeis), así que bueno, solo pensaba en llegar al hotel y dormir, nos fuimos para allá.

Al día siguiente, cada uno por su cuenta, nosotros de visita por Kyoto, Mary y Jose se fueron a Fusimi Inari y a Nara.

Fotos en flickr.